¿Por qué no todas?
Que el sector inmobiliario va a cambiar es una obviedad.
Muchos opinan, con todo fundamento, que se reducirá la cuantía de cada operación por la bajada de precios y el tamaño del mercado. La consecuencia lógica será una merma del número de empresas que operan en este sector.
Sin embargo, esta suerte de selección natural tiene su particularidad y es que cada operador es libre de luchar por la supervivencia, adoptando los métodos y herramientas que crea adecuados para salvarse.
Ya antes de la crisis del coronavirus se palpaba la preocupación de las inmobiliarias tradicionales por la llegada de las proptech, o agencias virtuales. Aunque no son estrictamente agencias, venden sus servicios como si lo fueran, ofreciendo a los usuarios paquetes de herramientas tecnológicas para que se “ahorren” la comisión. Pero entrar ahí no es el objeto de este artículo.
Lo cierto es que muchas inmobiliarias tradicionales ya estaban incorporando herramientas tecnológicas equiparables, para competir de tú a tú con las recién llegadas.
En tal situación llega el virus y cambia las reglas del juego.
Saltan todas las alarmas y el cambio que ocurría muy tímidamente, se acelera. Les va la supervivencia en ello. Nos va en ello.
Las inmobiliarias quieren adoptar herramientas online para hacer su trabajo, que no es otro que conectar vendedores y compradores, o propietarios e inquilinos.
Pero se impone el distanciamiento y habrá cierta aversión al contacto personal.
Los clientes evitarán en lo posible incómodas visitas con comerciales y ocupantes de las viviendas.
En este nuevo contexto, el primer paso sigue siendo atraer la atención y los clics en pocos segundos con imágenes de la mayor calidad e impacto, esas fotos limpias y luminosas que podrían estar en el reportaje de una revista de decoración y causan la mejor impresión. Fotos magnéticas.
El segundo paso, una vez conseguido el clic, será proporcionar los medios para minimizar el contacto físico.

La mejor herramienta para eso son las visitas virtuales: recorridos por un inmueble, en los que se puede pasar de una habitación a otra como en una visita presencial.
Partiendo de fotos panorámicas de 360º, se consigue una experiencia totalmente realista e inmersiva. Se pueden visualizar en cualquier dispositivo (teléfono, tablet, ordenador, gafas vr) e integrar en la web propia.
Tanto para la agencia como para el cliente, todo son ventajas.
Visitar varios inmuebles sin desplazarse cada uno de su escritorio, o incluso desde el móvil. Se evitan visitas estériles, con el consecuente ahorro de tiempos, costes y recursos humanos.
Mostrar tres o cuatro inmuebles antes podía significar un día de trabajo, y ahora puede resolverse en 30 minutos.
Adicionalmente, éstas son algunas de las ventajas operativas de las visitas virtuales:
· Se eliminan tiempos de gestión y coordinación de las visitas con los ocupantes o quien administra las llaves. Se puede visitar a cualquier hora, cuando el cliente dispone.
· Se asegura que el estado del inmueble es siempre el mismo (el de las fotos), sin miedo sobre el mantenimiento o limpieza en cada visita, sin climatología adversa, sin incertidumbres.
· Se puede enseñar cuantas veces sea necesario un piso ocupado sin molestar cada vez a usuarios o inquilinos.
· Se pueden anunciar pisos todavía alquilados, con una sola visita el día de las fotos, para tenerlos ya comprometidos cuando se desocupen, sin perder rentas por la comercialización.
Además, en la visita 360 se pueden incluir puntos de información con contenidos atractivos: fotos del reportaje tradicional, textos explicativos, comentarios. Dirigiendo la atención a las fortalezas y poniendo énfasis en lo positivo, como buenas calidades, detalles de diseño o buenas vistas.
¿Y qué les parecería guiar a su cliente en la visita virtual, acompañándole y comentando los espacios, volviendo a lo que sea importante para él, sin moverse de su propia mesa, ni el cliente ni el agente?
Hay plataformas con este servicio integrado, pero disponiendo de tu propio tour virtual de una propiedad puedes guiar la visita desde Zoom ya mismo sin más costes que el del reportaje.
También puedes organizar jornadas de puertas abiertas a distancia.
A partir de ahora y utilizando estas herramientas los clientes visitarán presencialmente solo viviendas ya seleccionadas para confirmar su interés. Esa predisposición y el conocimiento que se obtuvo de las preferencias del cliente en las visitas virtuales, facilitan enormemente el cierre de las operaciones.
Soy un convencido de las bondades de esta tecnología, y las circunstancias han precipitado su difusión y demanda.
Las inmobiliarias se pueden poner en la vanguardia por muy poco, y puede significar la diferencia entre permanecer en el negocio o desaparecer.
También la captación será más fácil con el poder de convicción de herramientas punteras.
Y si te vas a modernizar y diferenciar de tus competidores ofreciendo el mejor servicio online, no lo limites a las mejores propiedades. ¿Por qué no todas?
© 2020 Andrés Irrazábal